La dulce (o loca) espera del iPhone OS 3.0

Mientras escribo esto estoy realmente esperando a que mi iTunes deje de responderme obstinadamente diciendo que la versión 2.2.1 es la última disponible. ¡No!. Apple prometió (y espero que cumpla) que hoy 17 de Junio tendríamos iPhone OS 3.0.

Como no sabia si el problema era mío o no, he probado la tan cacareada búsqueda en tiempo real de Twitter. Y es la primera vez que le he visto sentido al portal de los SMSs glorificado. La gente no para de contar los minutos, y los posts se actualizan a decenas por segundos. Hay un montón de gente, supongo que tan enfermos como yo, esperando para instalar la nueva versión del sistema operativo del niño de nuestros ojos.

 Esperando el iPhone

 

<Apple-fanboy-mode>

Y por cierto (que quiero acabar con ésto, que queda un minuto para el magno evento). El iPhone, tan vituperado porque no tiene Copy & Paste, tiene actualización sencilla y gratis de su S.O. Mi PDA iPaq hw6915 se va a quedar hasta los restos con Win Mobile 5. ¿O alguien sabe cómo pasarla a Win Mobile 6?. ¿Y las Blackberry? ¿Sus S.O. también son actualizables por usuarios no expertos (mi mujer va a actualizar su iPhone blanco)? En fin, que las cosas que tienen valor, hay veces que también cuestan algo más. Pero luego se nota.

</Apple-fanboy-mode>

j j j

Will it blend?

Por Internet corren muchas cosas, algunas curiosas, otras aburridas, otras frikis. Vamos, como la vida misma. Pero creo que la serie Will it blend?, que se proyecta en Youtube, es de las frikadas más gordas que he visto nunca. Con una batidora por bandera, se dedican a triturar todo aquello que cae entre sus manos. Y lo hacen con muchos iconos del Geekeismo contemporáneo. Entre ellos el iPhone. En este caso, una imagen vale más que cualquier cosa que cuente, así que… ¡dentro vídeo!

j j j

Dash y Shebang

<frikimode>

Desde luego, qué poco sabe uno de nada. Estudiando para la LPI-1, se me ocurrió mirar en Ubuntu si la shell sh era realmente un fichero o bien un enlace simbólico. Mi ego a duras penas me dejó escribir en la consola:

$ ls `which sh` -al
lrwxrwxrwx 1 root root 4 2009-03-30 22:58 /bin/sh -> dash

que es la forma super friki de decir: Hola, Linux, ¿me listas, por favor, con detalle (las opciones -al del ls), el fichero sh donde quiera que se encuentre en el disco duro (eso lo hace el which)?

Yo pensaba que el resultado sería bash, por la Bourne Again Shell, pero resulta que no, que tras leer en la Wikipedia me entero que en Ubuntu lo que viene por defecto como substituto de la sh es la Debian Alquimist Shell.

Bueno, la cosa no sería para tanto si no hubiera leído una referencia al Shebang. ¡Dios, qué es ésto! ¡Houston, tenemos un problema! El problema es que hay que leer más… El famoso Shebang no es más que la típica primera línea que se pone en los scripts de shell para asegurarnos de que se ejecutan con tal o cual shell. Un ejemplo de este uso lo tenéis en este viejo script.

</frikimode>

j j j

¡Ya tengo mi iPhone!

De momento, llevo usándolo desde el pasado Sábado (desde que volví de Bruselas, donde he estado cinco días), pero ya estoy enamorado de él. En cuanto tenga un rato (el próximo 17 tengo el examen de SCJP al fin) intentaré comentar mis impresiones (que probablemente no le interesen a nadie, pero son mías) y la lista de aplicaciones imprescindibles que tengo instaladas.

j j j

Opciones para mi nuevo Media Center

He usado el ordenador conectado a la tele desde que tengo casi memoria. Bueno, no exageremos, desde que me compré mi primer portátil, un Toshiba Satellite 4270, allá por el 2000. Antes, desde el 97, tenía pinchada en el bus ISA de mi PC una tarjeta de captura de vídeo Video Highway Xtreme. Por cierto, esta tarjeta sigue pinchada en mi PC de escritorio, funcionando en Ubuntu, ya que no hay drivers para XP (oficiales).

En fin, que se me va la pinza. El mediacenter. Hasta ahora, cuando querá ver una peli tenía que montar el típico cable de S-video hasta la tele y poner el portátil al lado / en el suelo / encima de la tele, dependiendo del espacio libre y los niños que tuviera cerca. Últimamente, con mi MacBook Pro y su mando a distancia suelo verlas directamente en el portátil. Pero llegaron los niños. Y tengo nuevas necesidades:

  • ver los DVDs de Baby Einstein
  • ver los vídeos de YouTube con Gonzalo
  • los DivX 😉 de toda la vida…

Vamos, que necesito en el salón un media center dedicado. Las opciones que me he planteado son:

  • comprar un disco duro que incorpore media center. Bueno, ésta ni me la he planteado, por la pésima calidad de la imagen que tienen habitualmente.
  • montarme un media center con una XBox, que incorpora casi todo de serie (HD principalmente). Suficientemente geek, pero demasiado fácil.
  • buscarme un Mac Mini de 2ª mano y usarlo con Front Row como media center. Tentador, pero caro. Al final acabaré con el Mac Mini además del media center, ya que puedes ejecutar emuladores, MAME, etc.
  • el camino barato, duro y complicado. Buscar una tarjeta de red para mi Play Station 2. Esto es geek y complicado, ya que hay muy pocas de estas tarjetas en el mercado. Ha sido el elegido.

Sony sacó su tarjeta de red (interfaz Ethernet en Europa, en EE.UU. tenía Ethernet + MODEM) en principio para los juegos en red. Le añadieron un interfaz IDE, lo que permite meter un HD dentro de la consola. La versión original (llamada Fat en el ambiente en contraposición con la Slim que sacaron después) dispone hasta de una bahía donde meter el disco duro. El caso es que en cuanto este accesorio salió al mercado se las ingeniaron para poder ejecutar copias de seguridad de los juegos desde disco duro, instalar Linux en la Play 2 (a fin de cuentas es un ordenador basado en PPC)

Estas tarjetas se cotizan bastante. Pero, en un golpe de suerte, he conseguido una en un mercadillo de Sevilla por 3 Eur. El hombre que me lo vendió tenía esa cara de «le estoy timando», la misma que se me puso a mi…

Con mi network adapter

 Estoy esperando a tener un hueco para probar con el HD. La pega es que el HD que quiero usar tiene ahora mismo instalado MacOS X en mi Pentium IV, así que habrá que buscar otro… 🙂

j j j

Estos de Nintendo no se comen mucho el coco con el diseño

Como prueba esta foto, en la que se puede ver una Nintendo DS Lite, comprada este 2008, junto a una Game & Watch mítica, en la que fue la primera vez que vi juntos a Mario y Donkey Kong. Me la compré en un viaje a Canarias, en Tenerife, cuando existían las pesetas, no estábamos en la entonces CEE y la gente te encargaba que le compraras cosas de electrónica si ibas a las Canarias. Hoy los bazares de los indios siguen funcionando, pero ya no es lo mismo.

Pues creo que la maquinita me la compré en el 85. Es decir, que tiene 23 añitos. Y como se puede ver, no se han comido mucho el coco. Bueno, puede ser también un homenaje retro…

DS Lite y Game & Watch

j j j

Tu propia máquina de video-juegos en casa

Buf! Pensemos con calma, que me la compro. Menos mal que no tengo sitio, que si no…

X-Arcade

Pocas cosas me traen tantos recuerdos como un salón de maquinitas. El sonido de mil músicas electrónicas a la vez, la excitación de los chavales llendo y viniendo, el cambio, las monedas de cinco duros… Los trece años. Al menos, para mí. En aquella época sin un ordenador en casa, sin consola, la solución eran las maquinitas de arcade. Y ahora se pueden comprar por 2.199 USD.

Ahora que es verano y estoy de vacaciones, además de pintar la casa me he instalado MAME para Mac en mi MacBook Pro. Los recuerdos fluyen de nuevo al jugar a Karate Championship o Yie-Ar Kung Fu. El teclado del Mac es demasiado bonito para aporrearlo cuando te ves atrapado entre varias naves. Y me estoy planteando seriamente pedirme un mando estilo arcade, junto con un adaptador para PC/Mac y otro para PlayStation 2. Así lo aprovecho más :-). Total, cuesta 129,95 USD que se quedan en 82 Eur + gastos de envío + el segundo adaptador (unos 15 Eur más). ¿Alguien se anima para mi cumpleaños?X-Arcade mando dual

j j j

Contra-natura informática

Creo que voy a ser castigado por algún Ente Superior del mundo de los informáticos. Al menos, lo merezco. Debo confesar hoy mis pecados, que son muchos, y más aberrantes cuanto que no me he dado cuenta de ellos de tanto insistir en el vicio.

Hoy estoy trabajando. Pero no en la oficina. Estoy teletrabajando mediante una conexión vnc a mi ordenador de Isotrol. Es la forma de teletrabajo que más me gusta, ya que me permite sentirme «como en la oficina» pero con el pijama puesto. Accedo a todos mis ficheros de trabajo, el correo, etc., etc. Podría usar el web-mail, o el mail desde fuera con un cliente en mi portátil, pero al final, siempre necesitas algún fichero que espera pacientemente en tu disco duro. Claro, que hacer vnc a un equipo que está tras un firewall y cuya IP puede cambiar, ya que se asigna mediante DHCP no es algo tan sencillo como compartir el escritorio desde GNome, o instalar algún servidor de vnc. Podría haberme peleado con un http-tunnel, pero he preferido usar LogMeIn.

LogMeIn en funcionamiento

LogMeIn es un servicio en el que, tras registrarte, puedes empezar a añadir los equipos que controlarás remotamente. Añadir los equipos es tan sencillo como entrar en LogMeIn en el equipo que quieres controlar e instalar su propio programa de vnc. Este programa crea el http-tunnel e informa al servicio central de LogMeIn de si está encendido o no el equipo, la dirección IP que tiene, etc. Así, para conectarnos, bastará un navegador que soporte Java para poder acceder a nuestros equipos a distancia. Lo bueno de éste servicio es que:

  • no tengo que recordar direcciones IP ni otras historias tristes
  • es gratis (hay versiones avanzadas, pero la básicano tiene coste)
  • usa SSL (conexiones seguras encriptadas)
  • me permite gestionar varias máquinas de un vistazo
  • no hay que instalar nada en el ordenador desde el que accedo al «controlado», luego podría entrar en mi equipo desde cualquier ordenador (de un amigo, en un ciber-café, etc.)

Evidentemente es un riesgo de seguridad enorme, ya que se accede a la parte «interna» de la red. ¿Cómo evitar este riesgo? Impidiendo que la gente se lo instale (tarde, en mi caso :-)) o bien utilizando un firewall de aplicación, capaz de distinguir no sólo conexiones entrantes y salientes desde/hacia determinados puertos y ordenadores, sino de qué se habla en esas comunicaciones. El FW de aplicación utiliza la misma censura que existe en una carcel: abre las cartas, las lee y si ve algo sospechoso, las retiene. Si no lo tuviéramos, en la cárcel sólo se comprobaría que Scarface no le escribiera a sus compinches, pero no se haría nada con esas cartas familiares y entrañables a su «padrino».

Bueno, pero volvamos al principio, que me pierdo. Todo tiene una forma natural de usarse. En Informática, ésto también se cumple. Y, como con el resto de las cosas, siempre existimos pecadores tratando de funcionar de manera «extraña». Estoy teletrabajando. Con LogMeIn, contra una máquina XP de la oficina. Desde Safari, el navegador de mi MacBook Pro. Sólo ésto ya es rarito. Pero, claro, me estoy descargando mi correo personal. Y tengo el calendario iCal abierto, porque quiero sincronizar mi PDA HP iPaq hw6915, que hace un par de días que no lo hago. Y este calendario iCal, por supuesto, se está sincronizando, a su vez, con los calendarios de Google que uso para las citas de trabajo. Tengo otro ordenador encendido en la habitación, en el cual estoy duplicando un DVD mientras unos ficheros se van copiando a mi Time Capsule…

Y ahora, que suenen redobles. ¿Qué estoy haciendo con el ordenador del trabajo, al cual accedo desde LogMeIn? Estoy importando correo. He cambiado de cliente de correo y quiero, como es natural, mantener mis correos antiguos. Estoy migrando de Evolution a Thunderbird. Ésto en sí no es demasiado complicado: ambos programas usan el venerable formato mbox para almacenar los correos y además en varios sitios describen cómo migrar de uno a otro. Lo curioso consiste en que estoy migrando desde un Evolution cuyos datos están en una partición con formato Linux (ext3fs) a otra con formato Windows (ntfs).

Esto de usar 50 programas para tener la sensación de «trabajar» se podría asociar a un síndrome de déficit de atención para Frikis (NADD). Pero el usar un programa para acceder a un equipo, que a su vez no usa su sistema de ficheros nativos, que hace una emulación de nosequé mientras al final se está grabando otra cosa me parece de lo más aberrante.

Antes, uno usaba su MS-DOS con programas de MS-DOS. Nada de emulaciones, escritorios remotos o simulaciones de sistemas de ficheros extraños. Se usaban las cosas de manera natural. Hoy, con tantas posibilidades a nuestro alcance, es normal que pequemos. Aunque algunos ya aberrábamos desde pequeñitos y ejecutabamos MINIX en un 286 🙂

j j j